Existen personas que matan y personas que ayudan a dar a
luz. Hay personas que cortan árboles y otras que los plantan. Personas que
fumigan plantas y personas que salen a la calle para protestar por dichas
fumigaciones. En el mundo hay personas con millones en el banco y gente sin
cuenta bancaria.
Hay personas oscuras y claras. Hay ojos grandes y chiquitos.
Narices protuberantes, finas y largas. Hay orejas de lóbulos colgantes,
cubiertas en pendientes y peludas por dentro. Hay rostros con arrugas,
verrugas, lunares y pecas. Hay melenas que ondean al viento y calvas que
brillan al sol.
Conozco personas con grandes ambiciones y personas que no
tienen claro a lo que aspiran.
En un aeropuerto, me encontré con un peruano canadiense, que
es músico y se inspira en los atardeceres sobre una laguna para componer sus
melodías.
He conocido gente que habla y personas que callan. Oídos que
escuchan y bocas que parlotean.
He conocido personas de aquí y de allá. Gente de islas,
gente que migra, gente que se queda, gente que busca y que a veces encuentra.
Me han contado sueños humanos, esperanzas que sufren y
pasados que se anhelan. También me han hablado de futuros inciertos, caminos
difusos y pies que caminan, sin importar la incertidumbre.
Las personas se mueven, incluso sin piernas. Todos se
desplazan, cambian de piel, evolucionan y aprenden, aunque no se den cuenta.
Sin embargo, hay personas que me dan miedo, personas en las
que me cuesta tener fe, ¿Será que ellas están avanzando también?
En ocasiones me pregunto quién soy yo para juzgar, pero
luego me cuestiono hasta qué punto las acciones se pueden justificar.
Y de nuevo, surge otra pregunta, ¿Por qué ellos? ¿Quiénes son
ellos?
La gente mala, los que destruyen, cuchichean y traman planes
malvados. ¿Quiénes son?
Lo cierto es que no los conozco.
Sin embargo, conozco personas que han votado a Donald Trump
y gente que cría gallos para peleas. Conozco gente que tira bosques para
realizar monocultivos. Conozco personas que venden huevos de tortugas y gente
que no cree en el feminismo.
Y, la verdad, no puedo decir que ninguna de ellas sea mala.
En realidad, todas ellas son personitas normales, con sus sueños y temores, con
seres queridos, hobbies e historias personales. Siendo sincero, realmente no
veo ninguna diferencia significativa entre ellos y yo. Todos tenemos una serie
de principios y códigos morales, pero, por algún motivo, a veces creo que solo
los míos y los de aquellos que piensan como yo, son correctos. Pero, ¿Por qué?
¿Por qué ellos están equivocados y yo no? ¿Y si es al revés?
¿Por qué son ellos los que tienen que cambiar sus creencias?
La verdad cae por su propio peso, creo que es así la frase,
¿Verdad?
Tiene sentido. Si lo que siento es auténtico, no necesito
imponerlo. Se manifestará por su propio peso. Pero, entonces, seguiría habiendo
una guerra indirecta entre sus creencias y las mías, una espera a que se
dictamine el veredicto oficial, que mostrará finalmente quién tiene razón.
Pero, ¿Y si nadie la tiene?
¿Qué pasa si dejo de querer tener razón?
De hecho, eso fue lo que sucedió cuando conocí a las
personitas que menciono anteriormente. Dejé de intentar tener razón y las
escuché. Y cuando me olvidé de creencias y valores, las comprendí. No fue un
esfuerzo, ni un proceso consciente. Ocurrió sin darme cuenta, en cuanto mis
oídos se abrieron y mis ojos observaron de verdad al ser humano que tenía en
frente.
Lo que no sé, es cómo esa comprensión puede curar nuestra
violencia y egoísmo. Pero, de algún modo, siento que es el único camino para
hacerlo.
Y supongo que eso es lo que me quieren decir las palabras de
este texto, que siga confiando en las personas, que siga creyendo en nosotros.
Al final, eso es lo que me hace derramar lágrimas de vida;
vernos, a todos, y sentir que estamos juntos, nos guste o no. Toditos en el
mismo sendero, dando forma al río de la humanidad.
Respiro. Hay tiempo. El amor existe. Está aquí.
Que gran escritor, si hubiese más personas como tú, el mundo sería distinto y más humano.Felicidades por tan gran pensamiento Ariel.Saludos.
ResponderEliminarWOOO INCREÍBLE CUANTO TALENTO QUE INSPIRADOR PERSONAS COMO TU FALTAN EN LA VIDA.
ResponderEliminarTIENES UN DON GRANDE DE AMOR Y GANAS DE AYUDAR TE ADMIRO Y EXTRAÑO MUCHO .
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