lunes, 6 de marzo de 2017

Carta a un primo hermano

Ayer entré a tu página de fotografía de Facebook y me descargué unas cuantas fotos de paisajes que tienes ahí, esas fotos asombrosas como decía Tiana.
El propósito de las fotos era enseñarlas a uno de mis grupos de alumnos. Y es que resulta que ahora soy profesor de inglés. Al final, el idioma que desde pequeñito mi papá me forzó a aprender, el idioma al que de a poquito le fui pillando el gusto, el idioma que me facilitó viajar a Gringolandia y conocer a toda la familia de Colleen, al final ese idioma lo estoy utilizando para compartirlo con otras personitas.
En la clase de ayer les mostré esas fotos para que vean un poco acerca de Bolivia, y qué mejor retrato visual que la belleza que capturas con tu cámara y tu tripodio. Creo que la clase fue un éxito, todos se quedaban boquiabiertos al ver el despeñadero de Arubai, las noches estrelladas, los atardeceres de la Chiquitanía y la niebla de camino a Cochabamba. Y con inevitable orgullo, les decía que esas fotos eran de mi primo, y les mostraba tu nombre en la esquina inferior. Uno de los chicos me dijo: “Tell your cousin he is the puto amo”.
Llevo una semana como profesor y siento un profundo afecto hacia la academia en la que estoy. Siento que conmigo han dado un verdadero salto de fe. No les mostré ningún currículum, les dije que no tenía experiencia previa y no me realizaron ninguna prueba de nivel o hacerme realizar una clase de práctica para ver mi dinámica. Simplemente me explicaron lo que buscaban en el equipo y si yo estaba interesado. Una vez les dije que sí, rellenamos ese papelito que se llama contrato de trabajo y ahora tengo clase todos los días.
Y no sé, cuando alguien confía en ti de esa manera, lo único que puedes hacer es poner todo de ti para que las cosas salgan lo mejor posible. Y eso he hecho. Es algo bonito e indescriptible prepararme mis clases, preguntarme cómo puedo enseñar a esas personitas, cómo puedo enseñarles algo más que inglés. Porque aun siendo una clase de inglés, creo que no importa la asignatura, la educación tiene que tratar acerca de la vida y de cómo vivirla con coherencia. Y es una oportunidad tremenda y una responsabilidad muy grande estar en la posición de enseñar algo.
Y me encanta, me encanta ir en bici a la estación de tren y montarme en un vagón, observando paisajes campestres durante 15 minutos hasta llegar a la academia. Me encanta entrar en un aula, recordar mi etapa de estudiante, recordar las cosas buenas y las malas, y saber que yo también voy a cometer errores, pero estoy atento para poder evolucionar.
Además, lo más increíble de todo es que Colleen también está dando clases en la misma academia, nos metieron a los dos. De hecho, era a Colleen a quien querían entrevistar y al terminar, ella mencionó que tenía un novio que también hablaba inglés, que si necesitaban otro profesor, y ahí, un poco de rebote, por suerte, por fortuna o simple causalidad, acabé yo también ahí. ¿No es mágico?
Y ahora, esta mañana, estaba hablando con Colleen acerca de las posibilidades de la vida, y que con estas clases, aparte de poder comprar fruta y verdura, vamos a poder ahorrar. Ahorrar billetes de colores cuyo propósito para mí está más que claro: Ir a Bolivia y compartirlo con ustedes, compartirlo con todos, con la vida misma.
Y eso me hace llorar y me hace sentir el pecho caliente, porque siento que hay equilibrio en mí, no siempre, pero lo hay. Me da paz sentir que no tengo ambición en el corazón y me da claridad la firmeza con la que siento que quiero vivir con sencillez. Tomar lo que necesito de la vida y disfrutarla, en toda su complejidad. Aceptar y dejar fluir. Agua que no has de beber, déjala correr. No soy el primero en decirlo ni soy especial en absoluto, incluso los Rolling Stones ya lo cantaban: “You can’t always get what you want, but if you try sometimes, you might find, you get what you need”.
Si buscas lo más vital nomás, mamá naturaleza te lo da. Creo en esas palabras, porque son más que palabras.
Y sueño, primo, sueño. Sueño con Diciembre de este año, con cascadas que rugen y ríos con playa, sueño con fuegos que alimentan ollas de espaguetis, sueño con hermanos, primos, abuelas y bisabuelas. Sueño con el calor tropical, tejados rojos y baldosas de patio, sillas blancas y niños corriendo.
Me siento tan lleno de gratitud, tanta que a veces siento que voy a estallar, hay tanta energía en este cuerpo, en este mundo, tantas posibilidades…


P.D.: Aparte de las clases de inglés, también estoy haciendo excursiones con niños, y eso es simplemente una gozada. Es puro gozo llevar a los niños de excursión, compartir con ellos, escucharles, observarles, jugar, correr, saltar y vivir, y luego ver cómo se suben en su autobús y desearles suerte, saber que probablemente no los volverás a ver, pero que han dejado huella en el corazón.


1 comentario:

  1. Si buscas lo más vital nomás, mamá naturaleza te lo da.
    y ek momento Presente Clave gracias

    ResponderEliminar